La importancia de la actividad física, el comportamiento sedentario y la calidad de la dieta en la gravedad del síndrome metabólico
El síndrome metabólico es un conjunto de trastornos que incluye un aumento de la presión arterial, niveles elevados de glucosa en la sangre, exceso de grasa corporal y niveles anormales de colesterol o triglicéridos. La prevalencia de esta patología es un problema importante de salud pública, dado que multiplica la mortalidad cardiovascular por 2,5, el riesgo de diabetes por 5, el riesgo de enfermedades coronarias cardíacas y cerebrovasculares por 2 y el riesgo de cualquier causa de mortalidad por 1,5. Además, el síndrome metabólico afecta aproximadamente el 31 por ciento de las personas mayores de 60 años en España y tiene un coste económico importante que aumentará en el futuro.
En los últimos años ha habido estudios que ya han señalado que el riesgo de desarrollar el síndrome metabólico se incrementa con la falta de actividad física y el comportamiento sedentario. Del mismo modo, otros estudios también habían determinado que la calidad de la dieta y, de manera específica, el seguimiento de la dieta mediterránea puede contribuir a prevenir el síndrome metabólico y, incluso, a revertirla. Ahora bien, hasta el momento no se había hecho ningún estudio que incluyera la vez estos factores en gente mayor, que es el colectivo de afectados más numeroso.
Recientemente, un equipo de investigadores del grupo de investigación en Nutrición Comunitaria y Oxidación (NUCOX) de la Universidad de las Islas Baleares, integrado en el CIBEROBN y el IdISBa, ha publicado en la revista científica Nutrients los resultados del primer estudio que examina de manera conjunta la actividad física en tiempo libre, el comportamiento sedentario y las características de la dieta en adultos mayores con síndrome metabólico, de acuerdo con el índice de gravedad de síndrome metabólico (MeTSSS).
PREDIMED-Plus
El estudio forma parte del proyecto PREDIMED-Plus, un ensayo multicéntrico aleatorizado y de seis años de duración que se ha hecho en España y en el que han participado 6.874 personas de 55 a 75 años. Este ensayo tiene como objetivo evaluar el efecto de una intervención basada en el consumo de una dieta mediterránea con restricción calórica suplementada con aceite de oliva y frutos secos y un programa de promoción de la actividad física.
Los resultados del estudio muestran que los participantes con un índice METSSS más elevado son los más sedentarios, los que tienen niveles más elevados de riesgo de depresión y los que tienen niveles más bajos de actividad física en el tiempo libre. Asimismo, son también los que tienden a seguir patrones de dieta proinflamatoria y menos adhesión a la dieta mediterránea.
Por el contrario, los participantes con un índice METSSS más bajo son los menos sedentarios y los que tienen unos niveles más bajos de depresión y más altos de actividad física en el tiempo libre. También son los que tienden a seguir patrones de dieta antiinflamatoria y los que tienen más adhesión a la dieta mediterránea.
De este modo, el estudio aporta datos concluyentes sobre la relación entre la gravedad del síndrome metabólico y la calidad de la dieta, el sedentarismo y la actividad física en el tiempo libre, además de proporcionar información de utilidad para establecer planes de prevención y de tratamiento del síndrome metabólico.
Fuente: UIB
29/4/2020