El Diario de Mallorca se hace eco de un estudio sobre bebidas azucaradas en el que participa Dora Romaguera
La científica mallorquina Dora Romaguera es la coautora de un ambicioso estudio que pone el foco en el riesgo para la salud que supone el consumo regular de bebidas azucaradas. La investigación, que ha realizado un seguimiento a medio millón de europeos, desvela que beber dos vasos diarios de bebidas azucaradas se asocia a un incremento del 17% del riesgo de mortalidad prematura con respecto a las personas que solo las consumen de manera ocasional.
El estudio arroja un dato sorprendente en apariencia: el consumo de refrescos convencionales se vincula a una mortalidad prematura un 8% mayor, mientras que la ingesta de bebidas con la etiqueta 'light' o 'zero' se relaciona con un incremento del 26%. "Una de las razones que lo explican es que habitualmente quienes consumen bebidas 'light' son obesos o tienen un estilo de vida poco saludable. Por ejemplo, hemos observado que quien las ingiere fuma más. De ahí que sufran un mayor riesgo", explicó Romaguera, que en 2018 recibió el premio DIARIO de MALLORCA de Investigación.
El estudio, en el que han colaborado medio centenar de científicos, encabezaba ayer la versión digital de JAMA Internal Medicine, la revista de medicina de referencia en todo el mundo. Participaron 451.743 personas, un 70% de mujeres, reclutadas entre 1992 y 2000. A lo largo de la investigación fallecieron 41.693 participantes. "Los niveles más altos de mortalidad se dieron entre quienes consumieron dos o más vasos al día de bebidas azucaradas", detalló la publicación.
Evidencia "limitada"
En todo caso, Romaguera adviertió de que "faltan más estudios para establecer una causalidad" entre refrescos y mortalidad temprana. "La evidencia es limitada, pero este estudio debería ser un punto de inflexión porque es el de mayor alcance que se ha hecho en Europa y creo que en todo el mundo. Ojalá sirva para que las administraciones empiecen a hacer políticas de salud pública" en torno a estos productos.
La investigación se ha centrado en el consumo de refrescos de todo tipo, dejando al margen zumos de producción industrial y otras bebidas con alto contenido de azúcar. Las enfermedades vinculadas con el consumo regular de estos productos "afectan al hígado, el corazón y el aparato digestivo", subrayó Romaguera, investigadora en el Instituto de Investigación Sanitaria de Baleares (Idisba) y en el Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn). Hasta 2007, cuando regresó a Mallorca, desarrolló su trabajo en el Imperial College de Londres.
Esta ambiciosa investigación vuelve a poner en jaque a la industria de las bebidas refrescantes, presionada desde hace años para que reduzca la cantidad de azúcar que incluye en sus productos. Sus autores esperan que, a la luz de estos resultados, las instituciones regulen su consumo.
Fuente: Diario de Mallorca (4/9/19)